Hola me llamo Vane, a veces
no suelo saber exactamente qué es lo que busco o quiero, y actúo a veces por
instinto, pero el instinto a veces falla.
Hace un par de meses
mi visión era la de aparentar ser la mujercita más madura del universo, una
soñadora al por mayor, realizándose profesionalmente y PLUP!!! Encontrando lo
que podemos definir como esa aventura que nos ínsita a hacer cosas que en
nuestra vida imaginamos hacer. A mis escasos 22 conocí al hombre casi completo,
digo casi porque sus defectos son el matrimonio que tenía y su edad, bueno la
edad dejémosla aun lado, mi mamá le lleva 6 años a mi papá y... bueno eso es
otra historia, retomemos la mía.
El, el hombre varonil,
de esos que te hacen sentir princesa, esos que te toman de la mano y pffff tu
corazón late intensamente que hace que las feromonas trabajen aún más hasta
llevarte a ese clímax que pffff, y yo la infantil criatura que se siente la
primera dama en esos momentos. Todo era magia el matrimonio que el tenía con
Jimena era perfecto, aclaradas las cosas desde un inicio yo acepte la relación,
"sólo es un juego" (si claro como no), las comidas, las cenas, los
viajes fueron solo el inicio de la "MAGIA", después era obvio que la manita
sudada no sería por mucho tiempo. Habitación 32 del hotel de moda, sería el
refugio donde la magia crecería, confieso: era la primera vez que visitaba uno,
describiría el momento pero es dar demasiados detalles y muy largos jajajaja
solo puedo decir que la habitación 32 se convirtió en el lugar más frecuentado
por nosotros dos (nunca entendí por qué no nos dieron cortesías), pero jamás pensé
que todo eso tan hermoso se convertiría en un caos, detrás de esa MAGIA,
comenzaron a existir los tropiezos, las ganas de pasar más tiempo con él, el fastidio
de el por daré cuenta que su matrimonio era perfecto y que no por un gusto se
debía terminar, y con ello mi miedo a perderlo, grave error YO ME ENAMORÉ.
El decidió
alejarse por completo, una despedida muy triste, justo en el lugar donde todo inicio,
yo sin saber que hacer me sentía sola, destrozada, enojada, sentía que ya nadie
me merecía, que ya estaba manchada mi imagen, que nadie valoraría lo que soy,
su vida sigue y la mía... la mía no lo sabía.
Ya han pasado
cuatro meses de que él se fue, un encuentro inesperado, ¿será acaso el destino?
la verdad no, tarde o temprano pasaría, yo no sabía que hacer, pero reacciones
ante mi instinto, que estoy segura esta vez no me falló, un tropiezo me hizo
ver lo que soy y que costará mucho pero el destino algo tiene preparado para
mí, Jimena lo merece a él y yo merezco encontrar a alguien que sea MUY
DIFERENTE A EL.
By: Room.