Hoy es un día excelente para dos cosas: amargarnos la existencia no poniendo en
orden nuestros sentimientos culpando a la depresión de Diciembre, o sonreírle a
este final de año como le sonreímos al inicio cuando teníamos muchos propósitos
y anhelos de cumplirlos. Démonos unos minutos para cerrar los ojos, para ver
todo lo que se vivió durante este año, todo lo que logramos, cuantas veces nos caímos
y supimos levantarnos, cuanto nos enamoramos y nos destrozaron el corazón,
cuantas peleas resueltas hemos superado durante estos meses, que locuras hemos
hecho, cuantas personas han llegado inexplicablemente a nuestras vidas, cuantas
se han ido o alejado, y detengamos también a pensar en cuanto hemos valorarlo
cada segundo vivido. Uno mismo es quien decide que cosas se harán, aunque para
ser honesta les recomiendo la segunda y más larga opción, y por qué no ser
impulsivo y aprovechar las pocas horas que quedan de este 24 de Diciembre, y te
aventures a pedir perdón, a decir cuánto quieres a esa persona a la que no se
lo has sabido demostrar, para dar ese abrazo de afecto como nunca antes lo
habías hecho, para besar con esa pasión como cuando besaste por primera vez. Lo
sé, suena complicado o hasta extraño pero nunca imposible, ¿Por qué no
comenzar haciéndolo hoy, y experimentar una sensación que con frecuencia
olvidamos?
Regalemos ese amor que llevamos dentro, aunque sea por hoy dejemos el egoísmo
aun lado, vivamos el momento, sonriamos a este año que está por terminar y
agradezcamos los errores y los triunfos, y lo más importante hagámosle saber a
los que nos rodean, lo importantes que son para nosotros.
By.: M.R.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario